Inviptus

Cuando eras pequeña todo el mundo decía que eras una monada y aquello estaba bien. Ahora, años después, la gente te sigue diciendo que eres una monada pero ha dejado de ser tan gracioso. Con el paso de los años la cara cambia, se marcan las facciones y se afina el rostro… Sin embargo, tú sigues conservando tu carita redondeada con expresión inocente y tu entorno no para de recordártelo. Si aparentas menos edad de la que tienes, seguro que has vivido todas estas situaciones:1. La gente no te cree cuando dices la edad que tienes. 2. Todo el mundo suele encontrarte «muy tierna y adorable». 3. Te piden el DNI para comprar alcohol o entrar a una discoteca. 4. Os miran a ti y a tu DNI  con desconfianza. 5. Nunca te han preguntado el clásico «estudias o trabajas». Dan por hecho que estudias (3º de la ESO concretamente). 6. En tu trabajo, o incluso en tu grupo de amigos, te cuesta que te tomen en serio. 7. Los adolescentes intentan ligar contigo. 8. La gente te llama ‘peque’, ‘chiqui’, ‘renacuaja’ o simplemente tu nombre en diminutivo… ¡y lo odias! 9. En el fondo te encanta jugar al «¿Cuántos años me echas?». 10. Has intentado el maquillaje, los tacones y todo tipo de complementos para parecer mayor… Pero nada funciona. 11. Dejarte flequillo no es una opción. 12. Mucha gente te dice que tienes «carita de bebé». 13. Cuando intentas sacar tu lado más sexy, acabas pareciendo, como mucho, «muy mona». 14.  Cuando dices que te has encontrado una cana la gente no te cree. 15. Según van pasando los años tus amigos te envidian más y más… y eso, en realidad, te encanta.