5 tips para retrasar el envejecimiento

Desgraciadamente aún no se ha inventado el elixir de la eterna juventud. Por eso debemos ser responsables con nuestro estilo de vida si somos como la mayoría de los seres humanos que están altamente preocupados por el paso del tiempo y el envejecimiento. Es mucho más sencillo prevenir y retrasar este proceso natural de la vida que combatirlo una vez lo suframos, sobre todo de forma prematura. Aplicando con regularidad estos cinco consejos en forma de hábitos saludables tendrás más posibilidades de parecerte a los habitantes de la isla japonesa de Okinawa, el lugar con la esperanza de vida media más alta del planeta tierra.

1. Alimentación y agua

Ser responsable en la dieta es el primer paso para un buen envejecimiento. Una dieta saludable consiste en comer variado, de todo tipo de alimentos naturales, evitando a toda costa los alimentos procesados como la bollería industrial y platos precocinados, ricos en grasas insaturadas. Los alimentos con propiedades antioxidantes y ricos en vitaminas y minerales deben ser los protagonistas de tu rutina alimenticia con especial atención hacia los productos del campo: legumbres, frutas, frutos secos y verduras.

2. Ejercicio

Es el complemento fundamental y obligatorio de la buena alimentación. La vida sana no se entiende sin uno de estos dos puntos. Ejercitarse es clave para retrasar el envejecimiento muscular, óseo y de las articulaciones, además de combatir la flacidez y ayudar a regenerar la piel eliminando sustancias tóxicas. Además. ayuda notablemente a nivel mental. Hay muchas formas de permanecer activos y obviamente el grado de intensidad varía según avance la edad, pero simplemente caminar a buen ritmo durante una hora al día puede suponer una diferencia abismal en nuestro envejecimiento físico.

3. Meditación, orden y descanso

El estado anímico ataca directamente a la vejez prematura. Está demostrado que se procesa mejor por parte de aquellas personas que encuentran el modo de ser felices y de estar positivos. Una manera muy recomendable de conseguirlo además de con el ejercicio físico es mediante la meditación y el orden. Lo primero permite controlar los niveles de estrés por lo que retiene el envejecimiento celular. En cuanto al orden, consiste simplemente es marcarse objetivos porque se ha demostrado que uno se mantiene más vivo y positivo si se pone metas en el camino. Por último, aunque sea algo sabido, es importante remarcar la necesidad de dormir al menos 7 horas seguidas con el menor número de alteraciones posibles. El sueño afecta desde a la regeneración muscular como mental, produciendo un empeoramiento del estado anímico.

4. Protegerse del sol y evitar el exceso de maquillaje

El sol es uno de los principales causantes del envejecimiento de la piel. Puede generar enfermedades mucho más graves que las arrugas, pero desde luego evitar las famosas patas de gallo es un primer motivo para cuidarse de evitar la exposición directa al sol, sobre todo en la cara. También es importante maquillarse con productos de calidad que cuiden la piel, aunque tengamos que invertir más dinero en ellos. Si no estás dispuesta, evita el maquillaje. La piel respira mejor, los poros no se taponan y por lo tanto ésta se regenerará y conservará mucho mejor. Especialmente importante es evitarlo cuando hagas deporte.

5. No fumar y evitar sustancias tóxicas en general

La vida en parajes alejados de la gran ciudad es sin duda mucho más saludable y beneficiosa para frenar el envejecimiento. Las estadísticas de los lugares con mayor esperanza de vida media así lo demuestran. Hay que evitar en la medida de lo posible sustancias tóxicas como la polución, que atacan directamente a la piel y órganos vitales tan importantes como los pulmones, que envejecen mucho cuanto más expuestos estén ante estas sustancias. Por supuesto, deja de fumar inmediatamente porque está más que demostrado que envejecerás antes y peor por todos los efectos secundarios que tiene. Si no lo haces, o si ya lo has dejado antes incluso de leer estas líneas, enhorabuena, ya has puesto la primera piedra en el muro para frenar la vejez.