Inviptus

Las mujeres somos un torbellino de emociones, en un momento podemos estar en la cumbre de la felicidad y una hora después sentir un desconsuelo en nuestro interior difícil de aliviar.Los cambios hormonales que tenemos a lo largo de nuestro ciclo menstrual se convierten en los responsables de dichos altibajos casi siempre, aunque también factores como el ambiente laboral, las relaciones con nuestros allegados e incluso el clima son otros de los motivos que pueden influir en nuestro estado anímico.En algunos momentos dichos cambios de humor nos afectan más de lo que queremos, y aunque lo intentamos, no conseguimos salir de este «tobogán de emociones». Una de las premisas más importantes que debemos tener en cuenta es que nuestros cambios no pueden regir nuestra vida, no pueden controlarte ni hacer que tus actos dependan de estos cambios que puedes sufrir.Tampoco se trata de no pasar nunca por estos altibajos, ya que somos humanos y sería de lo más extraño. Pero si que debemos aprender a convivir y lidiar con ellos.Aquí van algunos consejos que te ayudarán a ser más estable emocionalmente.1. Relativiza las cosas. En algunas ocasiones nuestro humor cambia porque nos creamos una expectativa relacionada con un hecho o suceso que queremos que ocurra y que al final no tiene lugar. Esto nos frustra y hace que de un momento a otro cambiemos drásticamente de parecer. Intenta controlar tus emociones y relativiza todo lo que pueda pasar, es decir, no es el fin del mundo porque ese hecho que tantas ganas que tenías que sucediese no haya pasado. Otra vez será, y si no, es que no estaba destinado a pasarte. Intenta verlo todo desde otra perspectiva, te aseguramos que ayuda.2. Haz una lista de los momentos en los que te sueles poner triste o de mal humor. Muchas veces si conoces los puntos clave de tus altibajos es más fácil que los evites. Por ejemplo, si sabes que los lunes después de esa reunión en el trabajo sales un poco disgustada intenta hacer algún plan o actividad que te guste que sabes que te puede poner de buen humor. ¡Que la vida son dos días!3. Ríete de ti misma. Sí sí, como lo oyes, muchas veces tendemos a autocompadecernos y a exagerar aquello que nos ha sucedido y que nos ha provocado este malestar o enfado. Cambia tu punto de vista y quítale hierro a la situación, te aseguramos que seguro que eso que te preocupa no es para tanto y que al día siguiente lo verás con otros ojos4. Aprende a aceptar los cambios. Nuestra vida no es estática y es normal que las situaciones a las que nos enfrentamos en el día a día estén en continua transformación. No intentes que lo que te guste dure de la misma forma eternamente porque así nunca conseguirás cambiar procesos en tu vida y te meterás dentro de tu «zona de confort» sin ningún tipo de desafío. Acepta que no todo dura toda la vida y abre tu mente a todo lo que pueda suceder. Incluso puedes probar a escribir las cosas buenas que te van a traer estos cambios para quedarte con lo positivo de todo ello.5. Date un capricho, ¡que ya es hora! No hay nada como darte unos mimos extra en esos momentos en los que no te aguantas ni tú. Así que ya sabes, recurre a ese masaje tan deseado, vete de compras, o mira ese espectáculo al que querías ir desde hace tanto tiempo. Si el mal humor se apodera de ti sal a dar un paseo, cuando vuelvas a casa lo verás todo más claro y estarás más relajada.