
7 consejos para tener un pecho 10
El pecho es una de las partes más atractivas (y más delicadas) del cuerpo femenino. Además de sufrir todo tipo de agresiones provocadas por factores de lo más variados, que van desde la gravedad a los cambios de peso pasando por los cambios hormonales que se producen según pasan los años (pubertad, embarazo, lactancia, menopausia…), tiene la peculiaridad de tener la piel muchísimo más fina y más sensible que el resto del cuerpo, lo que hace que necesite cuidados intensivos para mantenerse en forma y bonito. ¿Quieres que tu pecho esté joven, sano y cuidado? No te pierdas estos siete consejos para tener un pecho 10, y síguelos al dedillo.
1. LLEVAR UN SUJETADOR ADECUADO:
Es uno de los puntos fundamentales para mantener el pecho perfecto. ¿Y cuál es el sujetador ideal? Aquél que lo mantenga bien sujeto sin presionar, deformar, aplastar, hincarse ni obligar a estar en una postura forzada. Muy importante utilizar la talla exacta, y cambiar de talla cuando adelgaces o engordes. Si tienes dudas con la talla, pide ayuda.
2. HIDRATAR:
La piel de cualquier parte del cuerpo está sana, elástica y protegida cuando está hidratada. Y en el pecho la hidratación es especialmente importante porque es una de las zonas en las que más aparecen las estrías: la mejor forma de evitar su aparición es que la piel esté perfectamente hidratada. Puedes utilizar un cosmético específico para el pecho (que además de hidratar tonifique), o bien la misma hidratante que uses para el resto del cuerpo.
3. EXFOLIAR:
Como ocurre en todo el cuerpo, en el pecho también tienden a acumularse las células muertas. Exfólialo suavemente una vez por semana, y hazlo, preferiblemente, con el mismo exfoliante que utilices para el rostro.
4. PROTEGERLO DEL SOL:
Debido a que tiene una piel muy fina y delicada, es especialmente importante protegerlo del sol, para evitar la aparición de manchas y el envejecimiento prematuro. Aplica en toda la zona el mismo protector solar que utilices para el rostro, y mejor si es de SPF 50.
5. AUTOMASAJE:
Es la mejor manera de mejorar la microcirculación de la zona y, además, si lo haces a diario o al menos con frecuencia, podrás percibir cualquier cambio que se produzca en el pecho. A la menor duda acude al médico para descartar algún posible problema.
6. REVISIONES GINECOLÓGICAS:
Dice la sabiduría popular que “una vez al año no hace daño”, y en este caso no se equivoca. Acude a tus revisiones periódicas con el ginecólogo, una vez al año (a no ser que te indique lo contrario). La mejor manera de ganarle la batalla al cáncer de mama es prevenirlo.
7. EJERCICIO:
Los pectorales son músculos, y para mantenerse en forma necesitan ejercitarse. No necesitarás dedicarles más de 10 minutos al día para que se mantengan bien firmes y perfectos.