Inviptus

Hoy, Ana Obregón está viviendo uno de sus días más felices, ya que se acaba de lanzar el libro «El chico de las musarañas», que su hijo comenzó a escribir y ella terminó para cumplir los últimos deseos de Aless Lequio. Coincidentemente, hoy también aparece en las portadas de varias revistas del corazón, aunque destaca especialmente la publicación de Lecturas, que revela la fortuna que heredará su recién nacida en el futuro.

La llegada de la pequeña ha sido como un rayo de luz en la vida de Ana Obregón, quien llevaba varios años de luto. Por esta razón, todo lo que rodea a la niña ha sido noticia, generando mensajes y debates, especialmente en torno a la gestación subrogada. A pesar de esto, Ana prefiere no hacer caso y centrarse completamente en el cuidado de su hija, quien legalmente es suya, pero fue concebida con muestras biológicas de Aless Lequio. 

Actualmente, la revista Lecturas está poniendo el foco en la fortuna de Ana Obregón, la cual estiman en 30 millones de euros. El medio recuerda que la actriz ha tenido una magnífica situación económica gracias a los negocios inmobiliarios de su padre, y cómo supo abrirse camino en la televisión para conseguir un patrimonio envidiable.

La revista destaca, por encima de todo, la mansión de La Moraleja que Ana Obregón posee, la cual cuenta con 338 metros cuadrados de vivienda y más de 700 metros de parcela. Además, asegura que la actriz ha ganado casi 6 millones de euros gracias a su trabajo en “¿Qué apostamos?” y más de 14 millones con Ana y los Siete. Según la publicación, Ana también tendría una parte de 13 millones de euros por las empresas fundadas por su padre, valoradas en 63 millones y heredadas por los cinco hermanos.

¿Conocerá Ana Sandra a su abuelo, Alessandro Lequio?

Ana Obregón está decidida a que todo el mundo conozca a su pequeña Ana Sandra Lequio, incluyendo por supuesto a Alessandro Lequio. En las últimas semanas se ha hablado mucho de una supuesta mala relación entre la expareja, pero Ana asegura en declaraciones recogidas por la revista ¡Hola! que habla con él «todos los días». Cuando le preguntan si el conde va a conocer a su hija, responde tajantemente: «¡Hombre claro!».