Inviptus

La tarde del jueves fue de lo más movida. Look informaba en exclusiva de que Marta Riesco se tenía que coger la baja. Absolutamente destrozada y con el ánimo por los suelos, la periodista reconocía «no estoy bien» y denunciaba «el acoso y derribo desde que hace 15 días dije que estaba enamorada de Antonio David Flores». La preocupación se agravó cuando el pasado miércoles por la noche visitó junto a su madre la clínica López Ibor, especialistas en psiquiatría.

Tan solo unas horas después era su pareja, Antonio David Flores, el que daba un paso al frente ante las cámaras. Él y su hija, Rocío Flores se encontraban en la estación de Atocha, rumbo a Málaga cuando él aprovechado la presencia de las cámaras para hablar.

Sobre la visita al hospital psiquiátrico de Marta, Antonio David no ha querido pronunciarse. Lo mismo que Rocío, que no ha querido hacer ninguna declaración. La sorpresa ha saltado cuando en la entrada a la estación el ex guardia civil ha roto su silencio: «Habéis visto mi directo. Soy el número 7 en el top ten de España, gracias a toda esa gente que me ha visto». Pero las palabras más duras se las ha dedicado a su ex programa: «Sálvame, sois unos acosadores de mujeres. Acosáis a las mujeres, destruís a las personas, a ver si ponéis este clip». Una contundente declaración que el programa de Telecinco ha decidido no emitir pese a haber anunciado que lo harían minutos antes.

El exmarido de Rocío Carrasco ha pasado el día en Madrid con su hija tras haber ido a una revisión médica por la operación de pecho que se realizó. Se le preguntó por la opinión que tenía respecto al apodo con el que Jorge Javier Vázquez y más colaboradores se dirigían a él, «El Penas». Visiblemente molesto, Antonio David Flores hizo el ademán de hablar, pero su hija le paró los pies: «Papá, vámonos».

Rocío Flores ha permanecido en silencio y su rostro bajo la mascarilla denotaba una expresión de cansancio. Fatiga por la recuperación de su intervención estética y también por el agotamiento de estar en el foco mediático.

Por otro lado, esta misma semana se veía a Olga Moreno también muy afectada. Rompió a llorar en un coche, quizá devastada por toda la crispada situación que ha generado su separación de Flores, de quien ha dejado claro que no se va a divorciar. Y no solo eso sino que van a seguir viviendo en la residencia familiar de Málaga.