Última modificación 07/10/2025 02:50:18
Antonio Orozco confiesa sus problemas de salud mental: "Creía que me iba a morir" (Gtres)

Antonio Orozco confiesa sus problemas de salud mental: «Creía que me iba a morir»

Antonio Orozco es un nombre que, para millones de personas, significa música que emociona y letras que traspasan el alma. Sin embargo, pocos conocen la otra cara de la moneda: la del artista que, tras más de 2.500 conciertos y cifras de ventas apabullantes, ha tenido que enfrentarse a sus propios fantasmas lejos del escenario.

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El momento en que todo se derrumba

La noche del 21 de octubre de 2023 en Bruselas marcaría un antes y un después. Orozco, agotado tras otro concierto triunfal, no podía imaginar que aquel era el punto final. Su cuerpo y su mente dijeron basta. Fiebre alta, ansiedad incontrolable y un agotamiento que no se podía ocultar ni con la mejor de las sonrisas. ¿Quién podría pensar que alguien en la cima del éxito, con giras internacionales y discos de oro, podía sentirse tan frágil?

El propio Antonio lo cuenta sin tapujos en su libro ‘Inevitablemente yo’, donde se sincera sobre los motivos que le llevaron a cancelar más de un centenar de actuaciones y retirarse del foco mediático. El miedo a morir, la sensación de no poder más y la necesidad urgente de parar antes de que el precio fuera demasiado alto.

Acumulando piedras en la mochila

La vida de Orozco ha estado marcada desde joven por la pérdida y la responsabilidad. Con solo 19 años perdió a su padre, lo que le obligó a hacerse cargo de su familia. Más tarde, la vida le golpearía con la muerte de su productor, la madre de su hijo, y varios amigos íntimos. Todo esto, sumado a la presión constante de la fama, el físico, la creatividad y el ruido de las redes sociales, fue llenando una mochila emocional cada vez más pesada.

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¿Te imaginas tener que sonreír y salir al escenario mientras por dentro sientes que te desmoronas? Orozco lo hizo durante años. Hasta que el cuerpo y la mente dijeron basta.

La decisión de parar: un riesgo necesario

Cuando los médicos le advirtieron que seguir al mismo ritmo podía costarle la vida, Antonio no lo dudó. Dejó todo, sin importarle el qué dirán o el miedo a que su carrera se viniera abajo. Buscar ayuda se convirtió en su única prioridad: médicos, psicólogos, entrenadores y especialistas le acompañaron en el proceso de reconstrucción.

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En palabras del propio cantante, «en este país, o vas a la moda o vas al psicólogo». Y no le falta razón: la presión externa por mantener una imagen y un ritmo imposibles acaba pasando factura. Orozco aprendió, a base de golpes, que la salud mental es tan importante como llenar la nevera, y que ignorarla solo lleva a más sufrimiento.

Reconstruirse desde cero

El proceso no fue fácil. Antonio tuvo que enfrentarse a sus inseguridades, a su malestar con el propio cuerpo y a la pérdida de confianza. «Cuando no te ves bien y estás fuera de un estereotipo, pierdes la seguridad en ti mismo», confiesa. Lo más duro no fue el sacrificio, sino aprender a escucharse y a aceptarse realmente, dejando atrás la obsesión por complacer a todos menos a sí mismo.

El libro que acaba de publicar no es solo un relato de superación, es también una invitación a mirar hacia dentro. Orozco abre sus heridas con una honestidad poco habitual en los focos del espectáculo, desvelando cuánto pesa realmente el éxito cuando no lo acompañan el equilibrio y la paz interior.

Las claves de la recuperación: terapia y autoaceptación

La terapia fue, según cuenta Antonio Orozco, una de las mejores decisiones de su vida. Desmontar su crisis emocional pieza a pieza le permitió reconstruirse. «He aprendido que no todo puede ser un sacrificio constante», declara. Ahora, reconoce la importancia de cuidarse, de poner límites y de no dejar que el ritmo lo arrastre de nuevo.

Curiosamente, fue en este proceso de recuperación cuando la inspiración volvió con más fuerza. Orozco, que siempre ha expuesto su alma en sus canciones, encontró en la escritura de su libro y en la música una manera de canalizar todo lo aprendido. El resultado: un disco que él mismo considera el mejor de su carrera y una historia que puede servir de espejo y ayuda a quienes atraviesan situaciones similares.

¿El secreto? Equilibrio entre cuerpo y mente

Lejos de cualquier mensaje místico, Antonio insiste en que la clave está en buscar el equilibrio. «No se trata solo de llenar la nevera, sino también el alma», dice. Y reconoce que incluso ha llegado a replantearse sus creencias y a buscar respuestas más allá de lo evidente.

Ahora, con perspectiva, Antonio Orozco mira atrás y ve a un hombre que aprendió a pedir ayuda, a aceptarse y a priorizar lo importante. Una lección que muchos, famosos o no, deberían tener presente.

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