Inviptus

Hablemos claro: el aspecto es tan importante para un hombre como para una mujer. Sin embargo, a la hora de arriesgar y de apostar por looks rompedores, ellos están en total desventaja. La elegancia masculina va irremediablemente de la mano del conservadurismo, y tiene poco que ver con las tendencias y las modas. Hoy nos centramos en las prendas que un hombre (un hombre que quiera destacar por su estilo y su elegancia, se entiende) no debería llevar nunca, bajo ningún concepto. Toma nota.–          Trajes de colores chillones, rayas anchas o con estampados de fantasía: aptos para jugadores de fútbol o showmen, pero no para ningún gentleman que se precie. El traje, liso, de raya diplomática o de pata de gallo o príncipe de Gales. Los demás estampados sobran. Para ilustrarlo nos quedamos con esta imagen del desfile de Yves Saint Laurent para la temporada de verano 2014, en la que la elegancia brilla por su ausencia en un look digno de un domador de circo ochentero y trasnochado.-          Joyas: una alianza o una esclava en la muñeca son suficiente (y, en ocasiones, demasiado). Olvida los colgantes, collares, pulseras y anillos varios. –          Combinación de estampados: es cierto que en moda femenina a veces puede ser un acierto combinar un estampado liberty con una raya o un print polka dots, pero este es un “privilegio” que no se aplica a los hombres. Lo sentimos.-          Pantalones muy cortos: ni en verano, ni en la playa, si se tiene más de dieciséis años. Y pese a lo que dicten las pasarelas, la orilla del mar es el único lugar en el que un hombre debería llevar alpargatas o sandalias. (Una vez más, remarcamos: la elegancia y las tendencias no van necesariamente de la mano).