
Por qué deberías dejar de comerte las uñas y cómo conseguirlo
Lo confieso: soy una de esas personas que tienen una manía que, además de ser muy ‘fea’, como dice mi madre, es un tanto perjudicial para mi. Sí, no puedo evitarlo… ¡Me muerdo las uñas de forma un poco compulsiva! Según en qué momentos, si estoy más o menos nerviosa o estresada, lo hago con más o menos frecuencia.Este hábito que puede parecer inofensivo no lo es para nada. Las consecuencias de hacerlo son muchas. Para empezar, las físicas, pues puede llegar un momento en el que lleguemos a hacernos daños e incluso a generar pequeñas hemorragias cuando nos pasamos. Esto es lo más evidente, pero hay otros prejuicios a nivel de salud, como es el caso de provocar la generación de bacterias que terminan dando lugar a hongos. Al modernos las cutículas, como son tejidos vivos, se crean esos microorganismos y todo lo que os acabo de decir que conlleva… Otra de las cosas que puede provocar es el dificultarnos realizar determinadas tareas en las que necesitamos de cierta precisión con manos y dedos, como es abrir un llavero, asir una moneda, abrir una bolsa de golosinas, etc. Si las tenemos muy cortas pueden provocar dolor, sobre todo si tenemos hasta alguna que otra herida.A nivel emocional también provocan ciertos efectos en nosotros. Primero está el poder generarnos vergüenza y que nos baje la autoestima, por las deformaciones de los dedos que se van produciendo. La frustración al intentar no hacerlo es otra de las claves, pero vamos a intentar con los siguientes consejos que todos los que lo hacemos –me incluyo la primera y llevaré estas ideas a la práctica– consigamos dejar atrás esta manía.1. Cubrirse las uñas con tiritas. Tal vez penséis que es una medida extrema pero llega un momento en el que igual es la única manera de terminar con todo esto. Paciencia y fuerza de voluntad e igual surte efecto.2. Buscar una nueva costumbre que sustituya esta acción. Para esto hay que estar muy concienciados y saber detectar a tiempo cuando estamos más estresados de lo normal y en qué momento vamos a ir rápidamente a mordernos las uñas. Como idea, tamborilear los dedos, meter las manos en los bolsillos, llevar una goma y ocupar las manos con ella, tener una moneda con la que juguetear, etc.3. Mantener la boca ocupada. Si mantenemos nuestra boca haciendo alguna cosa vamos a tener menos tiempo disponible para modernos las cutículas. Prueba con chicles, caramelos, chupa chups, lleva contigo una botella de agua, entre otros.4. Inhibidores químicos. Existen productos para ponerse en las uñas, como si fuera un esmalte o brillo, que tienen mal sabor y desprenden un olor nada agradable. Puede ser efectivo. Yo este lo probé y durante un tiempo me fue de utilidad… Aunque al final volví a lo mismo. Eso no quita que haya gente que sí ha obtenido buenos resultados con estos líquidos.
5. Pintarse las uñas. Hacerte la manicura, bien en un centro de estética o en casa tú misma –esto no es válido para chicos, obvio– es otra fórmula muy efectiva. Es otra de las estrategias que he puesto en práctica y que también me ayudó durante algún tiempo. Esta la pienso probar de nuevo en breve, que ahora en verano hay esmaltes muy chulos de colores llamativos y apetece lucir las manos cuidadas.