
Cómo llevarte bien con tu suegra… y no divorciarte en el intento
Desde siempre la relación entre suegras y nueras-yernos ha sido complicada y ha dado mucho juego para bromas y chistes. Lo cierto es que no es tan complicado llevarse bien con la madre de nuestra pareja… siempre y cuando haya buena voluntad por ambas partes. En este post os damos unos consejos para que esto no sea un problema en la relación con nuestr@ chic@ y la sangre no llegue al río.
1. NUNCA olvidar que es su madre y para nosotros la nuestra siempre es la mejor
¿Qué quiere decir esto? Que por más que haya cosas que nos molesten o desagraden –salvo casos graves, ¿eh?-, hay que ser conscientes de que es la mujer que los trajo al mundo y a nadie le gusta que le critiquen a mamá.
2. Pensar las cosas antes de decirlas
En general tienen fama de meterse en (casi) todo y algunas no conocen el significado de palabras como prudencia o privacidad. Preguntan todo el rato por qué este cuadro aquí o el otro allí, te insisten en que debes planchar la ropa de su crecidito retoño porque él no sabe hacerlo (¿perdona???) y piensan que nadie prepara la paella como ellas, el plato favorito de su hijo. En serio. Mantened la calma antes de contestar, contad ‘3, 2, 1’ y respirar profundo si no queremos que salten chispas.
3. Cordialidad y confianza hasta cierto límite
Hoy en día muchas podemos presumir de tener algo parecido a una amistad con la madre de nuestro novio/marido. Por muy bien que nos llevemos y muchas historias y confidencias que podamos compartir, hay que ser conscientes de que existen ciertos límites. Repetimos: es su madre, él/ella es su hij@.
4. Tiran para su ‘lado’
Suelen barrer para casa: si hay algún evento familiar, te hará sentir en la obligación de asistir; los domingos llueva o truene toca cocido en su piso; si coincide un festejo de tus amigos o familiares con uno de tu chic@, ella siempre quiere tener la última palabra, “es que hace mucho que no veis a los sobrinos”. Son expertas en chantaje emocional.
5. Visitas inesperadas que hay que saber torear
Pasaba por nuestra calle y no ha dudado en presentarse, sin llamar para ver si estábamos. Así, en frío, sin avisar. Intenta ser cordial y decirle de buenas maneras que estaría bien que en próximas ocasiones nos dijera que iba a subir a vernos. Básicamente para recoger y limpiar un poco, que parece ‘Don Limpio’ haciendo la prueba del algodón nada más entrar por la puerta.
La clave en todo esto es el respeto, que debe ser mutuo. Con sentido común y sabiendo diferenciar quién es y lo que significa, todo ha de fluir con normalidad. Para aquell@s a las que les haya tocado una suegra más pejiguera de lo normal, paciencia, de verdad, y lo que decíamos en el punto 1: jamás olvidemos que es la madre de nuestra pareja y que, llegado el caso, si se produjera algún conflicto, él/ella tirará probablemente hacia su mamá, como haríamos todos. Obviamente en todo esto también hay excepciones y límites que podemos aguantar…