Consejos para que tu relación no se rompa en verano

Llega el verano  y los telediarios nos traen entre los titulares una noticia que no deja de seguir sorprendiéndonos, pese a que se repite año tras año: la temporada estival es muy perjudicial para las parejas. ¿Cómo? ¿Qué? ¿A qué se debe? Dicen que el pasar más tiempo libre juntos hace que salten las chispas y todo eso que venimos callándonos estalle y se produzca el conflicto. Para que esto no os suceda, os damos unos cuantos consejitos que seguro os vendrán muy bien para seguir celebrando aniversario juntos el próximo 2018.

1. No idealizar las vacaciones. Los choques entre las expectativas y la realidad suelen ser una de las principales mechas que prende la llama. Por eso, lo mejor es no hacer como en el cuento de la lechera. Planifica tus escapadas sin pensar que vais a vivir una luna de miel o que todo va a ir maravillosamente. No deberíamos darle tantas vueltas a la cabeza. Déjate llevar, disfruta y a sortear como mejor se pueda los choques que es normal se den entre las personas.

2. Comunicación ante todo. Si hay aspectos que nos molestan del otro o de la otra o situaciones en las que nos han hecho sentir incómodos, lo mejor es decirlo. Ser sincero y abrirse. Solo así conseguiremos no ir acumulando malas sensaciones hasta que llegue un punto en el que estallemos de la peor de las maneras y salga todo lo que tanto uno como otro tienen que echarse en cara.

3. Unos días sin peques. Para quienes tengan hijos, es recomendable irse de mini vacaciones sin los retoños. Aunque sea un fin de semana, una sola noche en un coqueto hotel vacacional… El caso es intentar crear momentos especiales en los que solo estéis vosotros como pareja. En familia habrá mil y un planes que haréis, seguro, pero también hay que pensar que los matrimonios, los papás y las mamás necesitan su momento de intimidad y de regalarse caricias y… todo lo que viene después.

4. Momentos para uno mismo. No es necesario pasar las 24 horas pegados el uno al otro, en modo siameses. Es bueno tener un espacio para uno mismo, bien para descansar, para leer un libro, para charlar por teléfono con algún amigo o amiga…

5. Hacer cosas nuevas. En ocasiones el presupuesto es ajustado pero eso no quita que haya muchas actividades que no cuestan nada o tienen un precio muy bajo y que introducen algo de novedad en la monotonía del día a día. El aburrimiento saca lo peor de nosotros, nunca lo olvidéis…

6. Reparto de tareas domésticas. Pasamos más tiempo en casa y esto supone que ambos podemos hacernos cargo de la colada, hacer la comida, limpiar, preparar las camas, planchar y esos otros menesteres propios del am@ de casa. Lo recomendable es compartir estas obligaciones del hogar si no queremos acabar pegando un grito a alguien, o que nos lo den a nosotros.

7. Pensar siempre en positivo. Situaciones de tensión probablemente haya, algún roce que, sin mala intención, ha terminado en una pequeña (o gran) discusión. Hay que hacer un esfuerzo por recordar los mejores momentos y dejar a un lado aquellos de mayor tensión. Lo que nos dibuje una carita triste en el semblante, ¡fuera!