
Cristina Pedroche confiesa: “No salgo porque no quiero que miren ni se acerquen a mi hija”
Cristina Pedroche tiene todo lo que muchos desean: un matrimonio feliz, una hija maravillosa, una carrera exitosa, y una vida llena de privilegios. Sin embargo, detrás de esta fachada de felicidad, Cristina enfrenta un desafío interno constante. La presentadora ha confesado que: «No salgo porque no quiero que miren ni se acerquen a mi hija», revelando el temor que la consume diariamente.
La llegada de su hija Laia el 14 de julio de 2023 transformó su vida, pero también trajo consigo una ola de ansiedad y autoexigencia. En su libro “Gracias al miedo” (Editorial Planeta), Pedroche expone con sinceridad sus luchas internas. “Tengo miedo a decepcionarme a mí misma; miedo a no estar a la altura de mis propias expectativas y de la madre que quiero ser”, escribe, reflejando una presión constante por ser la mejor.
”Me sentí mala madre, pensé que me la iban a quitar”
La presentadora comparte una experiencia particularmente difícil: cuando su hija cayó de la cama mientras ella se había dormido amamantándola. Este incidente la llenó de culpa y miedo: “Me sentí mala madre, pensé que me la iban a quitar”, admite en su libro, revelando cuán profundamente la afectó.
Durante la presentación de su libro, la periodista expresó su mezcla de vulnerabilidad y valentía: «Me siento desvalida, todavía muy vulnerable, pero estoy muy contenta porque siento que he sido valiente al publicar este libro«. Aunque anticipa críticas, ella cree que el esfuerzo valdrá la pena a largo plazo.
La sobreprotección de Cristina Pedroche
La sobreprotección hacia su hija es una constante en su vida diaria. Cristina Pedroche es extremadamente cuidadosa con quienes se acercan a Laia: “No quiero que nadie se eche colonias ni suavizantes cuando está con mi hija». Además, evita salir de casa para proteger a su hija de las miradas y el contacto de extraños. «Y como me sabe mal que pase, no salgo de casa», añade.
Cristina reconoce lo difícil que es para ella enfrentar las críticas y los comentarios en redes sociales. “Estoy tan vulnerable que sé que todo me va a hacer daño. No tengo la capacidad de que no me duela». A pesar de los consejos de no leer las redes, ella lucha por encontrar un equilibrio entre protegerse a sí misma y no perder las cosas buenas que también pueden decirse.