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El bolso tiene tanta importancia dentro de un look completo que trasciende la categoría de simple “accesorio”. Un buen bolso elegido con astucia puede hacer que el outfit más insulso parezca algo totalmente diferente y derroche estilo, o que el look más impecable quede deslucido y tirado por tierra.  La inversión en un buen bolso es un punto importante. Desgraciadamente, por lo general la elegancia en bolsos es sinónimo de calidad, y la calidad suele tener mucho que ver con un precio elevado. Sin embargo vale la pena destinar parte del presupuesto para ropa (al menos, de vez en cuando) en un buen bolso, que, bien estudiado y elegido, será toda una inversión rentable en estilo. Aunque seguramente tendrás muchos más, hoy te desvelamos los cuatro bolsos que no deberían faltar en tu armario: un guardarropa bien combinado no necesita más. Opta por colores neutros y modelos clásicos, y te asegurarás que combinen con (casi) todo tu vestuario.

1. Un bolso grande tipo shopping: perfecto para ir de compras, de viaje, y para llevar con ropa informal. Por ejemplo, como el que luce en la imagen Jessica Alba.
2. Un bolso mediano, de tarde, ligeramente vestido, para llevar con looks urbanos. La opción más práctica es, sin duda, uno de piel negra (sobre todo para un guardarropa limitado): el ante es más desenfadado (y en verano menos recomendable).
3. Un bolsito de noche de mano de seda, satén o terciopelo. Lo ideal sería tener varios que combinen con los vestidos o con los abrigos, pero para los presupuestos liimitados la mejor opción es un bolsito negro con un cierre de joyería.
4. Un bolso de tela o de tejido fino en un tono neutro (beige, nude o topo), que será especialmente útil en verano.