Inviptus

Saltó a la fama en el año 1990. Por aquel entonces se estrenaba un programa que marcaría tendencia en lo que a espacios de televisión se refiere, ‘La quinta marcha’. Se emitía los sábados en la recién nacida Telecinco y cuatro jóvenes eran los presentadores: Inma Brunton, Luis Alberto Sánchez, Jesús Vázquez y Penélope Cruz.

Nacida en el seno de una modesta familia –su padre tenía un comercio minorista y su madre era peluquera–, vino al mundo el 28 de abril de 1974, en Alcobendas. De nombre Penélope, por el título de la canción de Joan Manuel Serrat. Nacía una estrella…

Así nacía la estrella de hoy: Mecano, ’La quinta marcha’ y ‘Jamón, jamón’

Sus primeros pasos en el mundo del espectáculo los dio en el videoclip ‘La fuerza del destino’, de Mecano. Fue así como conoció a Nacho Cano, con el que saldría durante seis años y de manos del que daría sus primeros pasos por la alfombra roja. Este papel fue el pasaporte para ‘La quinta marcha’ y este, a su vez, la descubrió a Bigas Luna. El director de cine le dio su primer protagonista en ‘Jamón, jamón’, junto a su hoy marido, Javier Bardem. Ya entonces consiguió su primera nominación a los Goya como ‘Mejor interpretación femenina protagonista’ y también con esta cinta fue cuando se dejó ver por primera vez en una gala de altura.

Tras esta ‘presentación en sociedad’ de manos de Luna llegarían numerosos papeles. Su físico –no se puede negar el atractivo de la madrileña, pese a quien pese– y un desparpajo natural le llevarían a participar en una comedia que bien pudo ser su primer (mini) paso en Hollywood, con la ‘Belle Epoque’ de Fernando Trueba, que consiguió el segundo Óscar a una producción española como mejor película de habla no inglesa.

Su look en la gala no tiene nada que ver con los modelazos que lleva ahora, de Dior, Chanel o Hugo Boss como poco.

Fue ganando notoriedad con otros éxitos del cine español –‘Todo es mentira’, ‘La Celestina’, ‘El amor perjudica seriamente la salud’, ‘Carne Trémula’…– y llegó Amenábar a su vida, con ‘Abre los ojos’. Uno de esos papeles ‘trampolín’ que siguieron regalándole notoriedad y apariciones en la alfombra roja. ¿Su estilo? Seguía un tanto perdida y no dejaba de ser esa joven de Alcobendas que iba poco a poco despuntando en el mundo del cine español…

Difícil establecer un antes y un después en la trayectoria estilística de Pe pero no hay duda que desde finales de la década de los noventa hasta primeros años del 2000, acaparó numerosísimas portadas y otras tantas alfombras rojas. Fue uno de sus momentos más altos, su primer ascenso a la cumbre. ’La niña de tus ojos’ le granjeó su primer Goya, una película que forma parte de lo más destacado de la historia del cine español.

Seguro que si hoy volviera a recorrer aquel photocall dejaría tanto collar para otra velada y acudiría a la peluquería para la ocasión.

Le seguiría ‘Todo sobre mi madre’, su primer papel como ‘chica Almodóvar’. Ese ‘Pedrooooo!’ que gritó al ser ella la que abría el sobre de la cinta ganadora al Óscar a la mejor película de habla no extranjera en el año 2000 hizo que todos los focos se giraran hacia ella. Lucía un vestido largo azul klein de Ralph Lauren que le resultó un tanto incómodo por lo indiscreto del escote. Por aquel entonces se alabó su estilo. A día de hoy solo podemos decir ‘OMG!’.

Suma y sigue. Ya era conocidísima en el panorama cinematográfico estadounidense, lo que la llevó a ser la chica de Matt Damon, Johny Depp, Nicholas Cage y Tom Cruise, entre otros. Con este mantuvo un romance que le ayudó más a su carrera que los modestos éxitos conseguidos por la mayoría de estos títulos. De aquellos años, estos estilismos:

Y del ‘Vanilla Sky’ con su novio, Tom Cruise, a numerosos papeles nada relevantes en su carrera pero que la llevaron a compartir cartel con figuras como Charlize Theron, Ralph Finnes, Robert Downey Junior o Salma Hayek, entre otros.

Ya iba puliendo su estilo y sería en estos años cuando más partido sacaría a su ¿parecido? con la inolvidable Audrey Hepburn. Sí, es verdad, las comparaciones son odiosas (e injustas).

Los grandes diseñadores fueron tocando poco a poco a la puerta de Pe, que se ha ido dejando vestir por las más importantes firmas del momento. Así se presentó, de Versace,en la gala de los Oscar de 2007, cuando acudía en calidad de nominada al Óscar a la mejor actriz. Sin lugar a dudas, uno de los modelados que ha lucido la de Alcobendas en la gala de entrega de estos premios. Ceñido al cuerpo hasta cintura-cadera para después dejar paso a una gran ‘falda’. Le siente genial este tipo de diseños y ha repetido línea en no pocas ocasiones.

Tras los Óscar 2007 entró a formar parte del selecto club de las mejor vestidas. Si bien ha tenido algún que otro resbalón, la madurez ha sentado genial a Penélope, que ha sabido escoger qué ponerse tanto para apariciones a plena luz del día como a la hora de desfilar por la alfombra roja.

Sus apariciones en citas clave de la industria del cine –Óscar, Goya, Bafta…– son siempre de lo más esperadas y, a posteriori, comentadas. De los últimos años, nos quedamos con estas fotografías que resumen a la perfección la elegante madurez de una actriz que, para la alfombra roja, apuesta por vestidos de cuento y modelos de ensueño. Para el día a día, cómoda y mejor con jeans. Para eventos mediáticos de día, trajes ceñidos que le marcan su estupenda forma, bien vestidos o conjuntos dos piezas.

Y de sus últimas apariciones públicas, nos quedamos con esta imagen de la presentación de la fantástica película ‘MA MA‘ –muy recomendable, y hablo con conocimiento de causa–. Elegancia, sobriedad y belleza. Así es la madurez de aquella Pe que daba sus primeros pasos en La quinta marcha y que hoy en día es un icono de estilo.