Cada año, la familia real británica se reúne para asistir a un servicio religioso en la capilla del Castillo de Windsor en el Domingo de Resurrección, un día muy importante para ellos. Sin embargo, este año es aún más especial, ya que es la primera vez que lo hacen después del fallecimiento de la Reina Isabel II y la primera vez que asisten como reyes Carlos III y Camilla. Además, el pasado 9 de abril marca el segundo aniversario de la muerte del príncipe Felipe y también el 18º aniversario de la boda de los reyes en 2005.
Los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, asistieron al acto con sus tres hijos: George, Charlotte y Louis. Sin embargo, hubo una gran y esperada ausencia: los duques de Sussex. A pesar de esto, todos los ojos se centraron en el estilismo escogido por la princesa de Gales. Middleton lució un abrigo azul cobalto de ‘Catherine Walker’, el mismo que usó en el Día de la Commonwealth de 2022.
Una vez más, la marca favorita de Kate Middleton, Catherine Walker, ha sido la beneficiaria del «efecto Kate», que hace que todo lo que la princesa de Gales usa se agote rápidamente. En esta ocasión, Kate optó por un abrigo largo en azul eléctrico de la marca, que previamente había llevado en el Día de la Commonwealth de 2022. Para complementar su look, eligió una cartera de mano cuadrada y un tocado tipo pill-box del mismo color.
Aunque los zapatos que eligió para el evento eran de color nude, lo que estilizaba sus piernas, el detalle que ha causado polémica ha sido su manicura en color rojo brillante. Según varios medios especializados en la casa real británica, el protocolo prohíbe o desaconseja llevar uñas con colores tan llamativos. De hecho, es bastante inusual ver a Kate Middleton apostando por un color tan audaz en su manicura. Con su elección de un look en azul eléctrico, Kate confirma que este es uno de los colores más favorecedores y en tendencia de la temporada.
A lo largo de los años, Kate Middleton ha sido conocida por seguir estrictamente las normas de la realeza británica, lo que se refleja en sus looks conservadores y en la falta de manicuras coloridas. De hecho, una de las normas más estrictas en la familia real es que las mujeres no deben llevar las uñas pintadas de un color llamativo, y mucho menos de rojo, ya que se considera «vulgar». Esta norma fue impulsada por la reina Isabel II, quien siempre utilizaba un tono rosado natural en sus uñas.
Sin embargo, Meghan Markle desafió esta norma en su día y ahora parece que Kate Middleton ha seguido sus pasos al lucir una manicura de color burdeos en un evento reciente. Este simple gesto ha generado cierta polémica en los medios especializados en la casa real británica, pero también es considerado por algunos expertos como una señal de que la monarquía británica está evolucionando y dejando atrás algunas de sus normas más estrictas.
Es cierto que Diana de Gales fue conocida por romper con varias normas y protocolos de la realeza, incluyendo el uso de manicuras en tonos más atrevidos y coloridos. En el caso del famoso «vestido de la venganza», que llevó en la noche en la que su esposo el príncipe Carlos admitió su infidelidad en televisión, Diana lució un vestido negro ajustado con un pronunciado escote y unos pendientes de diamantes en forma de lágrima. Este look se consideró una declaración de independencia y una toma de control de su propia imagen, y sin duda ha sido una inspiración para muchas mujeres, incluyendo a la propia Kate Middleton.
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