El cáncer es una de las enfermedades del siglo XXI: según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el de piel es el más frecuente, y cada año se diagnostican más de 2.000.000 de casos en todo el mundo.El sol tiene una gran importancia para la salud del hombre porque activa la vitamina D y permite su síntesis en el organismo, equilibra el sistema nervioso y combate el cansancio y el estrés, pero es fundamental tener en cuenta que es muy importante protegerse de sus efectos nocivos, que se acumulan, y es que la piel tiene memoria.Los rayos UVA y los UVB pueden ser especialmente nocivos. A corto plazo pueden provocar quemaduras solares y desencadenar reacciones de fotosensibilización. Las quemaduras solares severas acompañadas de ampollas, sobre todo durante la infancia y la adolescencia, son determinantes en la aparición del melanoma maligno en la edad adulta. El cáncer de piel, así como el envejecimiento prematuro de la misma, son las principales consecuencias a largo plazo de la sobreexposición solar.La Dra. Natalia Ribé, especialista en medicina estética y envejecimiento de la piel, explica: “Cada vez son más los casos de cáncer de piel y melanomas que se pueden evitar si se toman las precauciones mínimas y necesarias. Es importante proteger siempre la piel de la irradiación UV en cualquier época del año.”Consejos para protegerse de los rayos solares en verano:La Dra. Natalia Ribé nos da algunas recomendaciones para ayudar a protegerse de la radiación solar en los meses más calurosos del año: – Usar protector solar antes y durante de tomar el sol. La doctora recomienda aplicarlo media hora antes de la exposición y renovarlo cada dos horas.- Tomar los rayos solares gradualmente. Las primeras exposiciones pueden ser de 10-15 minutos y las posteriores irán aumentando poco a poco. Especialmente en los primeros días del verano deben utilizarse productos con un factor de protección alto.- Evitar la exposición directa del sol al mediodía, entre las 12h y las 16h. Asegurarse de pasar estas horas en la sombra y cubrirse el cuerpo con ropa clara.- Beber mucha agua porque la piel expuesta al sol se seca muchísimo. La Dra. Natalia Ribé recomienda elegir protectores que contengan humectantes y antioxidantes.- Consumir betacarotenos, presentes en verduras, frutas y hortalizas, al ser protectores naturales y pueden mejorar el tono así como la duración del bronceado.- Ponerse gafas de sol: La doctora recuerda que los ojos también necesitan una protección adecuada contra la radiación solar por lo que recalca la importancia del uso de gafas de sol homologadas con la marca (Comité Europeo).
A.Mateos es redactora especializada en belleza. Graduada en periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, siempre está al tanto de los mejores productos y rutinas de belleza las cuáles comparte a través de sus artículos.