Última modificación 22/12/2022 11:27:08

LBD: el rey del fondo de armario

 Si hay una pieza indispensable en el guardarropa femenino, es ésta. Se la conoce por su nombre en inglés, little black dress (o sus siglas, LBD), y en francés, petite robe noire, y es mucho más que una prenda de vestir: es un concepto. Una prenda icónica, abstracta y universal, que resulta adecuada prácticamente para cualquier ocasión, y que, según con qué complementos se luzca, se puede utilizar con éxito tanto en cualquier momento del día como del año.Asocia, en una sola prenda, dos conceptos básicos en la moda: la simplicidad y la elegancia. Hay tantas petites robes noires como estilos: de tirantes, manga corta o larga; con distintos tipos de escotes, en todo tipo de tejidos… y todos combinan a la perfección con unas grandes gafas de sol de pasta negra, con bailarinas o zapatos de tacón alto, o con un buen par de guantes largos para el invierno o las ocasiones más elegantes.  La creadora de este icono, de este concepto, no fue otra que una de las grandes damas de la historia de la moda, Gabrielle “Coco” Chanel, pionera, visionaria y adelantadísima a su época, que en 1926 popularizó el vestido negro corto, simple y perfecto, al que la edición estadounidense de la revista Vogue (conocida como la Biblia de la moda) rebautizó con el nombre de “el nuevo uniforme para la mujer moderna” y “el Ford de los vestidos”. Inspirándose en el guardarropa masculino, Chanel creó un vestido del que eliminó cualquier adorno innecesario, que constituye un verdadero lienzo en blanco (o en negro) sobre el que dibujar a medida con estilo a base de complementos.Posiblemente el little black dress más famoso es el que lució Audrey Hepburn en la mítica película Desayuno con diamantes, diseñado por Hubert de Givenchy para la actriz, y que ha pasado a la historia como el mejor vestido de la historia del cine.En la imagen, una propuesta de Asos de cara a las fiestas.

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