
Los 5 cosméticos con ingredientes más asquerosos
Si te lees la composición de tus cosméticos, encontrarás ingredientes que te esperas, como agua, glicerina o ácido hialurónico. Hasta aquí, bien. Pero desde hace siglos los cosméticos también incluyen ingredientes no tan “neutrales” o apetecibles, que pueden resultar de sorprendentes a asquerosos. Seguro que has oído algunos, como el veneno de serpiente o abeja o la baba de caracol, pero te aseguramos que no son, ni mucho menos, los peores. Descubre los cosméticos que llevan los ingredientes más asquerosos.
Publicidad
- Champú de placenta: arrasó hace unos años en países como el Reino Unido, y es que a la placenta (por lo general de oveja o de vaca) se le atribuyen muchas propiedades regeneradoras y antiedad. Se cuenta que en su época María Antonieta bebía batidos de placenta para mantener la piel joven y fresca.
- Cremas con esperma de ballena: el esperma de ballena se ha utilizado de forma tradicional en cosmética por sus supuestas propiedades regeneradoras e hidratantes, y aún se sigue haciendo, aunque alivia leer el adjetivo “artificial” a continuación. No es el caso de esta crema de la imagen, a la venta por internet.
- Maquillaje con insectos: desde siempre, los productos de maquillaje han utilizado ingredientes naturales para conseguir pigmentos de diferentes colores. Pero a veces esto resulta excesivo: hasta hace unos años (aún se sigue haciendo en algunas partes del mundo), el rojo se obtenía de una fuente tan natural que hasta tiene patas, la dactylopius coccus, el nombre en latín para un insecto repugnante, la cochinilla. Por suerte ya no, pero antes era muy común en barras de labios rojas.
- Maquillaje con escamas de peces: las brillantes escamas de algunos peces se han utilizado durante siglos para conseguir ese efecto nacarado e irisado tan sofisticado, pero no te preocupes, hoy en día, al menos en las marcas más reconocidas, se consigue de otras fuentes, que suelen ser minerales, como las perlas o el nácar.
- Sérum con prepucio de bebé: hace un par de años se desveló el secreto de belleza de la famosísima presentadora americana Oprah Winfrey, que desató una tremenda polémica. Se trataba de un sérum al que ella llamó su “mágica fuente de juventud”, que contenía, en teoría, prepucio de bebé humano. Por suerte, solo se trató de que los medios habían sacado las cosas de quicio: el sérum no contenía prepucio de bebé, sino un activo desarrollado a partir de (y no con, dato importante), células del prepucio. Aún así, la idea no deja de ser repugnante.