
Lydia Lozano, destrozada tras la muerte de su madre a los 95 años: “He petado”
El mundo de la televisión y el corazón está de luto. Sol Fernández, madre de la reconocida periodista Lydia Lozano, ha fallecido a los 95 años en su domicilio. La noticia ha caído como un jarro de agua fría para Lydia, quien en ese momento se encontraba en Barcelona con motivo del Día de Sant Jordi, lista para firmar ejemplares de su libro La venganza de la llorona.
El que debía ser un día muy especial, lleno de emociones positivas y contacto con sus seguidores, terminó convertido en uno de los más tristes de su vida. La llamada que nunca se quiere recibir llegó durante una cena con su amigo y excompañero de televisión, Gustavo González.
Fue precisamente Gustavo quien comunicó la triste noticia a través de sus redes sociales, mostrando su cercanía y cariño hacia Lydia en un momento tan difícil. «Arroparte y transmitirte el sincero cariño que te tengo (en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, así es la amistad)», escribió el colaborador en un emotivo mensaje.
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La relación entre ambos siempre ha sido cercana, y este gesto público de apoyo no hizo más que reforzar el vínculo de amistad y respeto mutuo que comparten.
Las duras palabras de Lydia
Tras conocer el fallecimiento, Lydia interrumpió inmediatamente su estancia en Barcelona para regresar a Madrid y estar junto a su familia. A su llegada al Tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, se la pudo ver muy afectada, acompañada por su hermana Esther Lozano y su esposo.
Pese al inmenso dolor, Lydia quiso agradecer el respeto y el apoyo recibido por parte de los medios. Entre lágrimas, compartió unas breves pero sentidas palabras: “Es que mi madre ha sido maravillosa. Maravillosa”.
También se mostró muy emocionada por el mensaje que le hizo llegar Terelu Campos, compañera de profesión, con quien había estado distanciada. “Me ha escrito Terelu y me ha emocionado mucho”, confesó.
Una pérdida difícil de asumir
Lydia siempre ha sido una persona muy familiar, y su madre ocupaba un lugar central en su vida. En marzo, Sol Fernández había sido ingresada por una neumonía, y desde entonces su salud se había visto muy mermada. El desenlace ha llegado demasiado pronto para Lydia y su familia.
Durante su breve declaración, la periodista quiso encontrar algo de luz en medio de la tristeza: “Hoy ha salido el sol en Madrid, y a ella le encantaba tanto como a mí tomar el sol”. Con estas palabras, mostraba su deseo de quedarse con los recuerdos bonitos, como siempre ha intentado hacer en su vida.
Aunque Sol Fernández siempre permaneció alejada del foco mediático, fue una figura esencial en la vida de Lydia Lozano. Hoy, su familia, amigos y seguidores despiden a una mujer que deja una huella imborrable en quienes la conocieron, especialmente en su hija.
La despedida ha sido íntima, pero profundamente sentida. Lydia ha demostrado, una vez más, su fortaleza y calidez humana, incluso en los momentos más duros. Desde aquí, nuestras condolencias a toda su familia.