Muere desnutrida Zhanna D’Art, una influencer vegana que solo comía frutas
A los 39 años de edad, la influencer Zhanna Samsonova ha fallecido debido a una infección de naturaleza similar a la cólera, agravada por la falta de nutrientes, según ha informado su madre. La creadora de contenido de origen ruso había ganado notoriedad por su estilo de alimentación extremo, el cual se basaba exclusivamente en ingerir frutos exóticos.
Originaria de Rusia pero establecida en Tailandia, Samsanova había pasado diecisiete años explorando diversas regiones del continente asiático. Durante este tiempo, había documentado sus elecciones dietéticas poco convencionales en su cuenta de Instagram, las cuales no contaban con la aprobación de los profesionales médicos. Sorprendentemente, a lo largo de sus quince años siguiendo este tipo de alimentación, optó por no buscar orientación de expertos de la salud en ningún momento.
Con el transcurso del tiempo, su alimentación se tornó cada vez más rigurosa. Lo que en un principio involucraba la omisión de carne en su dieta evolucionó gradualmente hasta convertirse en un enfoque dietético completamente vegano, centrado en la incorporación de proteínas de origen vegetal. Con el correr de los años, esta pauta se transformó en una alimentación exclusivamente compuesta por frutas y verduras, llegando incluso a la eliminación total del consumo de agua, un líquido que no formaba parte de su ingesta durante un período de seis años.
En su perfil de Instagram, aunque contaba con más de 10 mil seguidores, sus publicaciones generaban cientos de comentarios. En estos contenidos, compartía videos en los que exhibía el proceso de preparación de sus comidas, las cuales se basaban en ingredientes cada vez más peculiares. En uno de sus videos, expresó: «A pesar de que elaboro platos crudos de alta complejidad, mi propia alimentación es muy sencilla. No utilizo aceite, sal, alimentos deshidratados ni fuentes de proteínas«.
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Durante los últimos tiempos, las personas más allegadas a ella, incluyendo su familia, constataban que Samsonova estaba experimentando una marcada pérdida de peso y evidentes signos de desnutrición. Según estas mismas fuentes, lidiaba con la anorexia y su capacidad de movilidad se veía severamente limitada, llegando al punto de apenas poder levantarse de la cama. Lamentablemente, su fallecimiento tuvo lugar en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital en Malasia, justo el mismo día en el que tenía programado regresar a su ciudad natal, Kazán.
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