Inviptus

En nuestras rutinas de belleza diarias, a menudo cometemos pequeños errores que pueden tener efectos perjudiciales a largo plazo. Aunque parezcan insignificantes, estos errores pueden convertirse en problemas serios con el tiempo. Es importante recordar que algunas partes de nuestro cuerpo tienen funciones biológicas esenciales, más allá de su aspecto estético. Un ejemplo claro son las uñas, que, aunque nos guste llevarlas bonitas, debemos tener cuidado al hacernos la manicura para no interferir en su función natural.

Es posible que no recuerdes el color natural de tus uñas debido a la manicura de gel semipermanente. Cuando te quites el esmalte, fíjate en la media luna blanca en la base de tu uña, llamada lúnula. Debajo de esta se encuentran los vasos sanguíneos. Esta zona es extremadamente sensible y debe ser protegida adecuadamente. ¿Y qué es lo que la protege? «¡Las cutículas!» Sí, esas mismas que a menudo empujamos y cortamos durante la manicura.

La importancia de las cutículas

Las cutículas son las franjas de piel entre los dedos y las uñas que protegen la matriz ungueal. Forman una barrera impermeable que impide la entrada de agua, suciedad y otros microagentes externos. Al rascar con una espátula o cortar las cutículas, estamos debilitando esta zona crucial.

Eliminar un pellejito ocasionalmente no es lo mismo que hacerlo habitualmente. Si este hábito se convierte en rutina, podríamos facilitar la entrada de agentes externos a la matriz ungueal, donde se encuentran las células madre encargadas del crecimiento de la uña. Con el tiempo puedes puedes dejar tu uña deformada para siempre.

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La superficie de la uña está compuesta por queratina y sales minerales. Esta lámina ungueal descansa sobre una piel muy fina llamada lecho ungueal. Encima de esta está la base de la uña, donde se encuentra la matriz ungueal (visible como la lúnula). Dentro de la matriz, las células se multiplican y se estructuran para formar la uña que conocemos.

Cuidar las uñas de forma correcta

Para evitar problemas a largo plazo, es crucial cuidar las cutículas y no dañarlas durante la manicura. En lugar de cortarlas, empújalas suavemente hacia atrás después de ablandarlas con un poco de aceite o crema. De esta manera, puedes mantener tus uñas bonitas sin comprometer su salud.