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En una era en la que todo parece moverse a un ritmo vertiginoso, el «slow dating» es un movimiento que busca desacelerar el proceso de conocer a alguien y construir una relación.

En lugar de buscar una conexión instantánea y emociones intensas desde el principio, el slow dating se enfoca en tomarse el tiempo para conocer a alguien y construir una conexión profunda y significativa.

Esto puede significar hacer preguntas más profundas y significativas durante una primera cita, pasar más tiempo hablando virtualmente antes de dar el paso en quedar físicamente, o simplemente darse más tiempo con alguien antes de tomar una decisión sobre si deseas seguir adelante con la relación.

Una de las principales ventajas del slow dating es que ayuda a evitar algunas de las trampas comunes de las citas modernas. Por ejemplo, el hecho de que las aplicaciones de citas como Tinder permiten a las personas pasar de una persona a otra constantemente, lo que hace que sea difícil comprometerse con una sola persona. Al tomarse el tiempo para conocer a alguien y construir una conexión significativa, las personas pueden reducir la sensación de «comparación constante» y concentrarse en la persona con la que están.

Otra ventaja del slow dating es que puede ayudar a construir una conexión más fuerte y duradera. A menudo, las personas pueden sentirse atraídas por alguien al principio debido a la emoción de una primera cita o una conexión física, pero con el tiempo, estas emociones pueden disminuir. Al ir poco a poco construyendo una conexión emocional y psicológica, es más probable que la relación se mantenga a largo plazo.

Sin embargo, el slow dating también puede tener sus desventajas y es que en un mundo donde todo lo que queremos está a golpe de click y constantemente tenemos gratificaciones instantáneas, puede ser difícil resistirse a la tentación de buscar emociones intensas en lugar de tomarse el tiempo para construir más profunda.