Quien esté esperando un bebé o ya haya sido madre seguro que conoce a la perfección frases del tipo “estás muy guapa y radiante, ¡eso es señal de que será niño!”; “esa barriga tan redonda me dice que vas a ser mamá de una cría”; “ay, esa tripa puntiaguda… ¡Es un chico seguro!”.Pues bien, dejad de hacer conjeturas y de mirar la bola de cristal para saber si el rosa o el azul será el color que más veamos en los próximos años. Si aún no has llegado al tercer o cuarto mes de gestación para que el médico te pueda más o menos decir de qué sexo es tu retoño, toma nota de estas fórmulas tradicionales para saber la respuesta a esa pregunta antes de que volvamos a visitar el doctor.
Mucho ojo con lo que vais a necesitar: un recipiente en el que debemos recoger una muestra de orina y otro en el que vamos a echar bicarbonato. A continuación, solo hay que tomar el vaso con la orina y verterlo en el otro… ¡Todos muy atentos a lo que suceda a continuación! Según la youtuber Myka Stauffer, que hizo la prueba y la grabó para su canal, si lo estás embarazada de un chico, lo que vamos a ver es cómo se producen burbujas y chisporroteos como si acabáramos de abrir un refresco con gas. Si, por el contrario, esa mezcla no produce efecto alguno, es que vamos a tener que prepararnos para poner muchos vestiditos, moños y lazos a lo que está por venir.Si os preguntáis qué ocurrió con el experimento de Myka, a ella le acertó: el 21 de agosto de 2015 vino al mundo el pequeño Radley James Stauffer, del que también subió imágenes nada más nacer a esta red de vídeos.Quienes sientan curiosidad por ver este experimento pueden ver el siguiente vídeo y probar. Esperamos que luego nos contéis si acertó o no.
Esta fórmula lleva utilizándose décadas, casi siglos. Es muy sencillo y no necesitaremos tanta parafernalia como en el caso anterior: se trata de escuchar el corazón del bebé y contar. Si este late más de 140 veces por minuto es que viene una niña. Si va más lento, ¡un niño! ¿Cómo podemos hacer esto? En la próxima ecografía podemos comentárselo al ginecólogo. Tal vez nos mire como si estuviéramos locas pero no lo dudes, aprovecha y díselo. ¡Igual vuelves a casa sabiendo ya qué tienes que comprar a tu retoño!
El problema puede ser que estés con muchas náuseas y malestar estomacal. Pero bueno, seguro merece la pena el intento. Lo que hay que hacer es coger una col roja y hervirla. Después, guardar ese agua de cocción y mezclarla con gotas de orina de la futura mamá. Sin pasarnos, ¿eh? Unas gotas, no un vaso como en el primer truco. Y ahora viene lo mejor: si el líquido se vuelve color morado, es varón. Si se torna rosa, es hembra. Fácil, ¿verdad? Pues rápido al supermercado a por col roja.
Estos chinos parece que están al tanto de todo y que tienen secretos para cualquier cosa. Debéis echar un vistazo a la tabla que hay a continuación, ¿de acuerdo? y ahora hacer esta especie de cálculo: primero hay que buscar en el casillero de la izquierda el mes en el que quedaste en estado. Después, su correspondencia con la edad que tenías cuando gestaste al bebé… ¡Y ya está el resultado! Os dejamos esta gráfica para que empecéis ya con vuestras cuentas.
Muy sencillo: pela un diente del ajo y cómetelo. Si notas que tu piel empieza a desprender un olor extraño… Ay, ¡tienes un chico dentro! Si no ves cambio alguno, será una pequeña.
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