Inviptus

Seguramente todos los que estén leyendo este artículo hayan sentido en algún momento de sus vidas ese estado de excitación y nerviosismo (en negativo), sensación de inquietud y malestar, de angustia e inseguridad. Puede aparecer ante situaciones de cambio –un nuevo trabajo, al cambiar de casa, por una ruptura amorosa…– y en determinados casos puede ir a más, terminando en depresión. Es importante saber pedir ayuda cuando se trate de una ansiedad muy prolongada en el tiempo, pues nadie como un profesional para atajar el problema.En los casos en los que sepamos ‘verla venir’, existen varias estrategias para abordarla y darle esquinazo. En inVIPtus recopilamos cinco de las más efectivas. Hay que ser constantes, tener presente que tiene solución y poner siempre de nuestra parte.

1. Diálogo interior

Es fundamental detectar el porqué estamos experimentando todo eso. Intentar hablar con uno mismo ayuda a organizar las ideas y encontrar los posibles motivos de esa incipiente inquietud. La escritura es uno de los métodos más efectivos: sentarse a escribir qué es lo que se va sintiendo es esclarecedor y sana. Si sabemos qué lo está provocando todo podremos arreglar lo que no funciona o evitar aquello que nos hace sentir tan mal.

2. Estímulos positivos

Existen ciertas prácticas que pueden ayudarnos a conectar con lo bonito de la vida. Por ejemplo, exponernos a la luz solar, buscar esas endorfinas que proporcionan, entre otras cosas, el estar en entornos soleados y luminosos. También el contacto con la naturaleza, haciendo actividades al aire libre, salir a pasear, sentarnos en un parque, lo que más nos guste.

3. Exteriorizar los sentimientos

Tan fundamental es hablar con uno mismo como con alguien ajeno a nosotros que pueda darnos otra visión de lo que nos preocupa, de aquello que nos altera. Nos permitirá verlo todo con perspectiva y lejanía, que es como mejor se detecta lo que sucede y se razona para seguir hacia adelante.

4. Practicar algún deporte o actividad física

Está comprobado que es muy positivo para las personas el liberar endorfinas y la mejor manera de hacerlo es saliendo a hacer algún tipo de práctica deportiva: andar, correr, ir al gimnasio… Es una de las técnicas más efectivas y de efecto más inmediato.

5. Aprender a desconectar

No es nada sencillo pero hay que saber medir todos los ‘pendientes’ que nos agobian y esas situaciones que están detrás de nuestra ansiedad. Tómate tu tiempo para hacer cosas que realmente te apetezcan e intenta evitar aquellas que son más una ‘obligación’ que un placer. Para personas con tendencia a padecer este tipo de sensaciones de estrés y nerviosismo se le recomienda practicar yoga, pilates o técnicas de meditación.